Cuando Dios quiere revelar un mensaje a la humanidad, no busca a los más importantes y sabios, sino que se revela a través de los más sencillos y humildes, que saben ser dóciles a sus inspiraciones y gracias. Este es el caso del mensaje de la Divina Misericordia dado a la Santa Hna. María Faustina Kowalska, religiosa polaca, instrumento elegido y probado por el Señor.
Santa Faustina (como es conocida en el mundo entero) pertenecía a la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, conocidas como las "Hermanas Magdalenas" que se dedican a la educación de jóvenes de bajos recursos. Vemos como el Señor empieza a poner las piezas de su "rompecabezas de gracia", en un orden perfecto. El revela Su Misericordia a una religiosa de la comunidad dedicada a Su Misericordia.
Santa Faustina estuvo en varias casas de su Orden, siempre realizando trabajos muy sencillos y desapercibidos, tales como la cocina, el jardín, la limpieza del convento o atendiendo la puerta. Precisamente es a esta hermana menos notoria a la que el Señor escoge para dar al mundo entero el gran mensaje de su Misericordia que a tantas almas ha tocado y transformado al propagarse por el mundo entero en momentos tan críticos para la humanidad.
La Misericordia de Dios es de una importancia inmensa para la Humanidad,especialmente en nuestros días, no solamente para los que han, sido atormentados horriblemente en lo pasado, sino aun más para los que viven en angustias e Incertidumbres a causa de un futuro más horroroso todavía.
Desde el año 1931. Nuestro Salvador Divino apa reció varias veces a Sor Marie Faustina, enseñán dole la “Devoción a la Misericordia Divina”, ordenándole la propagación de esta devoción. El Señor desea compeler, por medio de Sor María Faustina, a la infeliz Humanidad para que busque su salvación donde únicamente puede encontrarle: En, Su Divina Misericordia. De muchas partes vienen noticias concernientes á ruegos que la Misericordia de Dios ha concedido.
Alabado sea Jesucristo